lunes, 30 de marzo de 2009


Tengo un recuerdo,

allí inmóvil,

sollozando en voz baja.





La despedida,


destrucción caprichosa de las cosas bellas.




Imagenes: Mario Egman


jueves, 26 de marzo de 2009

Soltando amarras


Te vas porque te olvido

Porque me ha llegado la hora de la revolución
Porque hoy amanecí con ganas de todo menos de ti
Porque ya no se me escapan los abrazos
Porque no quiero cargar con fotografías, dudas románticas ni zapatos flamencos
Porque ya no tiemblo
Porque he dejado de ser ese montón de harapos
Porque en soledad recupero mi rumbo
Porque ya no quiero derrochar-me y he decidido dejar de llorar-te
Porque ya no recuerdo los sueños que hicimos amanecer con el alba
Porque ya ni siquiera me das pena
Porque mi camino ya no es tu destino
Porque tu nombre trae recuerdos de sangrientas historias
Porque eres para mi un ser de la nada
Porque yo busco la vida y tu la muerte
Porque ya no me verás arrodillada
Porque ya no duelen las resacas ni los adioses

Porque en este breve instante tu mirada fugitiva quema por última vez mis heridas
Porque en esta tierra donde antes no había nada ahora crecen hermosas amapolas
Porque me he convertido en roble en plena floración estival


Tenía que suceder. De tanto desearlo, tenía que volver a verte y así,
renacer.



viernes, 20 de marzo de 2009

Golondrina


En varias ocasiones se había preguntado si sería capaz de volar.







Un día aprovechó las corrientes de aire ascendentes para planear
y el atardecer la envolvió bajo un cielo encendido de ambar.



Imagen: Vlad Gansovsky


miércoles, 18 de marzo de 2009

Inventario



Tengo un adjetivo en la punta de la lengua
y un misterio vacilante en el ombligo.
Tengo una caricia en la curva de mi vientre
y un instante imaginario en la palma de mi mano.
Tengo olvidos,
tengo recuerdos
y un corazón desconcertado, arisco y fugitivo.
Imagen: Elena & Vitaly Vasilieva

martes, 17 de marzo de 2009

Cromoterapia

Maldito calendario que me deja muda de pena.

El rojo se torna gris y el espejo me devuelve una mirada
pálida, desencajada, ajena.

Corro el velo y distingo tu sombra inerte,
oscuridad sonora que traspasa mi espectro luminoso.

Siento una voz desconocida,
un susurro que atraviesa las grietas de la tierra.


Una vez más, el silencio se apodera de la escena.





Tumbada en la hierba fatigada de recuerdos observo disimuladamente una estrella que nace.
Entre el cielo y el suelo: mi cuerpo en retazos como única frontera.

jueves, 5 de marzo de 2009

Blanco





Las nubes viajan de país en país y, mientras tanto,
los recuerdos se transforman en acordes.

La memoria con su eterno pasaje de regreso
me devuelve el latido del corazón.


Me siento viva.

Estoy tranquila.

Felicidad en blanco
(Armonía).