martes, 30 de diciembre de 2008

Inspirando presente

Sos vos. Aquella y ésta. La niña, la muchacha de 15 años y la mujer de casi veintinueve. Hay un puente de tiempo entre ellas y, sin embargo, no hay diferencia.




Este último tiempo esta mujer, aquella muchacha e incluso la niña, se reencuentran. Llegó el momento de limpiarse de tantas interpretaciones dañinas y de esquemas que limitan. Llegó la hora de permitir que salga mi verdadero ser.

Durante años, el miedo y el dolor del pasado se aliaron. El miedo llegó a detenerme pero gracias a él comencé a mirar en mi sin poder huir hacia el exterior.

Sí, mi vida está empezando a cambiar… aunque Mar diría que la gente no cambia, sino que evoluciona.

Es un proceso largo, lo sé. Un proceso que empezó aquel día de septiembre cuando sentí que debía parar mi vida porque corría demasiado deprisa.


Y, poco a poco, voy buscando ser yo.

Muy lentamente, voy tomando conciencia de la sobrecarga que he llevado conmigo durante años…

Y recuperar a la niña, pequeña, bonita… esa que por momentos me resulta una desconocida.

Y a la adolescente, esa que sueña y persigue ideales románticos.






Definitivamente, ha sido un año de revolución.

Bienvenido sea el 2009…
Hay que ventilar el pasado para que corra el aire y podamos respirar con libertad.








lunes, 29 de diciembre de 2008

Bendita Locura




Ella no lo ha dudado, ha cogido aire y se ha atrevido:

- Pero, ¿de que tipo de cordura estamos hablando? ¿Es acaso aquella que te educó para silenciar preguntas y no aspirar a las estrellas?

- …

- Bueno pues venga, vamos a hacerlo y punto.

Pero ahora el punto se ha multiplicado en suspensivos, e incluso puede transformarse en interrogantes o exclamativos.

Y tenía razón, debía complicarme la vida, pero habia que recorrer un camino, de puntos, sobretodo interrogativos…







domingo, 28 de diciembre de 2008

NUNCA MAS



DIA DE LOS SANTOS INOCENTES
Llamamiento personal a la NO celebración de bromas e inocentadas.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Pequeña historia sobre la Flor de Loto




El Loto inicia su viaje en las profundidades fangosas y oscuras de las ciénagas o de los estanques, pero cuando sale de esa oscuridad, su capullo en forma de corazón, se eleva buscando la luz solar.


Entonces, lentamente, bajo el calor y la luz del sol la flor se abre para revelar su belleza.





En Grecia, una de sus diosas huía asustada a un bosque cuando cayó en un lugar llamado Loto, donde se hundió.

Durante siglos luchó por salir del fango y, finalmente, surgió en forma de una hermosa flor y, así, se convirtió en símbolo de lucha contra el fracaso.

domingo, 21 de diciembre de 2008

PLAY


Teléfono.

Estoy terminando de secar mi cuerpo cuando suena. Dejo el toallón sobre la silla. El teléfono sigue sonando.

Lo busco mientras el timbre insiste. Ya voy...

Encontrado. Descuelgo. Cuelgan.

Casi seguro que eras vos. O mis ganas de...

Busco una ayuda para resituarme. PLAY.

Solo




Solo,
con mi esqueleto,

mi sombra,

mis arterias,

como un sapo en su cueva,

asomado al verano,

entre miles de insectos que saltan,

retroceden,

se atropellan,

fallecen;

en una delirante actividad sin rumbo,

inútil,

arbitraria,

febril,

idéntica a la fiebre que sufren las ciudades.

Solo,

con la ventana abierta a las estrellas,

entre árboles y muebles que ignoran mi existencia,

sin deseos de irme,

ni ganas de quedarme a vivir otras noches,
aquí,

o en otra parte,

con el mismo esqueleto,

y las mismas arterias,

como un sapo en su cueva circundado de insectos.



Oliverio Girondo

viernes, 19 de diciembre de 2008

¿No hueles?







Los recuerdos huelen... y algunos llevan una particular fragancia.



Inspirar...



Expirar...




No recordar. Ni sentir.




Interior y exterior en movimiento, buscando el equilibrio.






martes, 16 de diciembre de 2008

Uno, dos, tres...




... tarta de arándanos.




He leído por ahí que protegen al corazón.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Ventana sobre una mujer



Esa mujer es una casa secreta.
En sus rincones, guarda voces y esconde fantasmas. En las noches de invierno, humea.
Quien en ella entra, dicen, nunca más sale.
Yo atravieso el hondo foso que la rodea.
En esa casa seré habitado. En ella me espera el vino que me beberá.
Muy suavemente golpeo a la puerta, y espero.



Eduardo Galeano




miércoles, 10 de diciembre de 2008

de noviembre



Hasta pronto.


Nos vemos en los colores del otoño.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Logística carnal

He pasado toda la mañana soñando despierta, conjurando su imagen en los pliegues de mi mano, dibujando su piel desnuda, saboreando su aliento a té de menta, siempre fresca.

Detrás del manto, me sorprendo recordando con precisión su lengua áspera;
el brillo de su saliva descendiendo por mi vientre lleno de flores, de colores y misterios.

Ya son las tres, mis sueños se hunden en el silencio, río y sigo soñando con los ojos abiertos.





Y será, y será un fuego,
un pantallazo.
Un rayo luz, conmovedor, una tormenta.
Una música infinita.
D´L.G. - F. Paez


jueves, 4 de diciembre de 2008

Dime




Dime por favor donde no estás

en qué lugar puedo no ser tu ausencia

dónde puedo vivir sin recordarte,

y dónde recordar, sin que me duela.



Dime por favor en que vacío,

no está tu sombra llenando los centros;

dónde mi soledad es ella misma,

y no el sentir que tú te encuentras lejos.



Dime por favor por qué camino,

podré yo caminar, sin ser tu huella;

dónde podré correr no por buscarte,

y dónde descanzar de mi tristeza.



Dime por favor cuál es la noche,

que no tiene el color de tu mirada;

cuál es el sol, que tiene luz tan solo,

y no la sensación de que me llamas.



Dime por favor donde hay un mar,

que no susurre a mis oídos tus palabras.



Dime por favor en qué rincón,

nadie podrá ver mi tristeza;

dime cuál es el hueco de mi almohada,

que no tiene apoyada tu cabeza.



Dime por favor cuál es la noche,

en que vendrás, para velar tu sueño;

que no puedo vivir, porque te extraño;

y que no puedo morir, porque te quiero.


(Atribuido a Borges. Autor: Gustavo Alejandro Castiñeiras. Nombre original: Poema de un Recuerdo)

lunes, 1 de diciembre de 2008

Off






Enciendo la luz,
Vos y yo.
Dos puntos de luz hundiéndose en un pozo de negrura.

Apago la luz y desaparece mágicamente ese hilo infinito que separa dos luces que parpadean.
Tu pelo huele a hierba, tu piel brotando de mi mano que busca.
Sobran los pronombres.
Rozo tu pie con el mío.
Siento mi sangre.
Instante fecundo.

Enciendo la luz.
Somos dos luces que pestañean a dos metros.

Con la vida en los labios, envenenada con el tacto y el sabor de cuerpo, me lamento. Duermo.