martes, 17 de marzo de 2009

Cromoterapia

Maldito calendario que me deja muda de pena.

El rojo se torna gris y el espejo me devuelve una mirada
pálida, desencajada, ajena.

Corro el velo y distingo tu sombra inerte,
oscuridad sonora que traspasa mi espectro luminoso.

Siento una voz desconocida,
un susurro que atraviesa las grietas de la tierra.


Una vez más, el silencio se apodera de la escena.





Tumbada en la hierba fatigada de recuerdos observo disimuladamente una estrella que nace.
Entre el cielo y el suelo: mi cuerpo en retazos como única frontera.

8 comentarios:

gloria dijo...

Y dejar que el cuerpo adsorba el silencio, que se llene de él, y se cure. Después los sonidos serán diferentes, y la voz se tornará familiar y acariciando cada rastro del cuerpo.

Una preciosidad, como siempre, Laura.

Un beso.

jorge dijo...

Precioso escrito.

El calendario marca fechas, y algunas son aniversarios dolorosos...

...y los que no estan susurran en nuestro cerebro para mantenerse en nuestra memoria.

No todos los silencios son gloriosos.

Desde la hierba ves el renacer, me gusta la unica frontera.

Un abrazo de esos calidos que pintan de color el resto del dia.

Laura dijo...

Gloria, estoy encantada con tus nuevos pasos...
Tu lo has dicho, dejar que el cuerpo absorba el silencio y se cure...

Una alegria tu regreso.

Besos agradecidos

Tempus fugit dijo...

Es que somos eso, puntos insignificantes entre la tierra y el cielo...


besos

Noriako Agashashi dijo...

a veces el silencio y la oscuridad, pueden ayudarte a oír tus pensamientos, a encontrar una solución o cura a aquel problema, dolor o sentimiento que tanto te agobia...

excelente escrito...sin duda.

atte.

Noriako A.

Laura dijo...

De Cenizas: demasiado para tan poco, no?

Mil besos

dintel dijo...

No está mal ser la frontera entre dos algos...

Anónimo dijo...

La sensación de estar sobre la hierba mirando las estrellas es magnífica... y con un poco de suerte podríamos ver alguna estrella fugaz =)