viernes, 20 de marzo de 2009

Golondrina


En varias ocasiones se había preguntado si sería capaz de volar.







Un día aprovechó las corrientes de aire ascendentes para planear
y el atardecer la envolvió bajo un cielo encendido de ambar.



Imagen: Vlad Gansovsky


13 comentarios:

Tempus fugit dijo...

Es el premio a intentarlo...


besos voladores.

Laura dijo...

De Cenizas: Es el intento que vale la pena vivir....

Mas besos

Noriako Agashashi dijo...

Todos podemos volar...si lo deseamos...pero el si funcionará o no...es otra cosa...

pero el intentar...depende de uno.

atte.

Noriako A.

Aurora dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
gloria dijo...

Precioso batir de alas...

Mil besos.

jorge dijo...

Somos libres porque podemos elegir, no porque consigamos.

Prefiero elegir volar que arrastrarme.

Prefiero la incertidumbre del que pasara, que el tormento de ¿y si lo hubiera hecho?

Te veo planeando hacia algo deseado.

El mejor vuelo posible.

Marcelo dijo...

Donde están esas corrientes ascendientes? Las busco sin cesar, y nada...

Moony-A media luz dijo...

Me gusta volar y me gusta el cielo color ámbar.
Como me gustaron tus palabras.

Un beso.

Alejandro Marcos Ortega dijo...

Si nunca s ehubeir aatrevido... y todo empezó soñando que volaba...

JOSH NOJERROT dijo...

Habría algo peor que no aprovechar la ocasión, y seria preguntarse con el tiempo que hubiese pasado si no lo hubiese intentado. Puede salir bien o no...pero no hay que dejar de intentarlo.
Abrazzzusss

a-escena dijo...

Saber cuándo es el momento de volar es aprender a vivir.
Un abrazo.

Alejandra dijo...

Y desde entonces no ha parado... ha conocido nuevos horizontes, nuevos cielos, nuevas lunas, nuevos mares, nueva ella...

Anónimo dijo...

Todos somos capaces de volar, sólo que a veces nos faltan las ganas... o la motivación suficiente.

Un abrazo!