miércoles, 23 de julio de 2008

Situación Surrealista



A Gonzalo un accidente de tráfico lo dejó postrado en una silla de ruedas hace ya 7 años. No tiene capacidad motora aunque se desplaza a la perfección con la ayuda de sus fuertes brazos. A sus 22 años, este minusválido de origen ecuatoriano, conocido por sus amigos como 'el Gonza', es un luchador por sus derechos y los que como él sienten las dificultades de una sociedad egoísta y llena de prisas que parecen impedirle reflexionar.

Ayer por la tarde coincidimos en el autobús camino a casa. Gonzalo no ha podido llegar hasta la consulta del médico en el Hospital de Brunete. Lo intentó pero ninguno de los tres autobuses de la línea 581 (Madrid – Quijorna) que ayer varios de nosotros intentamos coger, tenían en funcionamiento la rampa para minusvalidos. ¿Que se supone que debería hacerse en estos casos? Según Esther, su novia, de nada les ha servido protestar una y otra vez, ya que según se justifica la empresa de autobuses: - Se hacen revisiones periódicas de las rampas pero al no haber tantos discapacitados, cuando quieren usarse no funcionan correctamente… o como dijo otro de los conductores: - es que aún no estamos preparados para esto (¿?)

Seguimos hablando de la eliminación de desigualdades, del cambio responsable hacia una España Social pero los discapacitados como Gonzalo, siguen abandonados a su suerte.

Hay quien dice que debería dejar de preocuparme por estas cosas que, en definitiva, no me afectan directamente. Lo siento, pero mas allá de haberme retrasado hora y media cambiando de autobús a 35º de calor (lo cual sí me afecta directamente), no puedo dejar de pensar en Gonzalo, en las inaceptables desigualdades sociales y en la manera en que podemos enmendar estas situaciones absurdas.


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