jueves, 18 de septiembre de 2008

Huida...



Paso la noche en vela intentando curar cicatrices de pasión… hago el amor con el dolor, se me escapa una lagrima pero no te dejo verla. Muero en el intento de huir de mi pasado, huir, huir… llevo toda la vida huyendo pero ha llegado la hora de la introspección. Todo se derrumba a mis pies y nada puedo hacer por evitarlo. El dolor se hace insoportable y, una vez mas, no consigo mitigarlo.

Lo reconozco, antes de olvidarte debo llorarte, hacer un paréntesis, asumir esta herida y dejar de amanecer entre flores muertas y muñecos rotos.

1 comentario:

Felipe Sérvulo dijo...

Un final que es todo una afirmación de principios. Enhorabuena.