
Silbando un tango oxidado me declaro en corto circuito.
Voy quedando sola, son las seis, ya amaneció y yo cansada en el alma de tanto andar.
Lejos de todo, lejos de mí. Cegada de poder, buscando sin piedad mis limites… esa maldita última línea, esa que me lleva en coma hasta la pared.
No mas por hoy.
Fiesta en la calle, la tormenta se hace música y esa gota en el ojo me quita el sueño. Voy buscando información. Mi necesidad modificada. Todo lo que gira a mi alrededor. Yo en contradicción.
El mundo se esfuma pero lo que siento, a donde va? No llevo mapa de este mundo.
Golpean la puerta, son los prejuicios.
Voy quedando sola, son las seis, ya amaneció y yo cansada en el alma de tanto andar.
Lejos de todo, lejos de mí. Cegada de poder, buscando sin piedad mis limites… esa maldita última línea, esa que me lleva en coma hasta la pared.
No mas por hoy.
Fiesta en la calle, la tormenta se hace música y esa gota en el ojo me quita el sueño. Voy buscando información. Mi necesidad modificada. Todo lo que gira a mi alrededor. Yo en contradicción.
El mundo se esfuma pero lo que siento, a donde va? No llevo mapa de este mundo.
Golpean la puerta, son los prejuicios.
2 comentarios:
odio los arlequines y los payasos y demás! en serio, nosé, es aversión desde pequeño...
Saber y no a donde ir, con o sin mapa, sin brújula muchas veces y con los sentimientos revueltos... así me ha parecido.
Claridad!... :)
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