jueves, 2 de octubre de 2008

Desde Venecia


Esta noche no podía acompañarme otro... Paez, vos, unas cañas donde siempre, María, lagrimas, patatas fritas para engañar el estomago, risas, reproches, viento...

y yo atrapada alli... con los pies colgando sobre el Rialto.


1 comentario:

Alejandro Marcos Ortega dijo...

Para estar atrapado tampoco se me ocurre un lugar mejor donde estarlo...