viernes, 20 de junio de 2008

Le Petit Prince


El Principito es para mi un libro muy singular, una obra increíble desde su propio nacimiento. Una historia cargada de una exquisita sensibilidad, dedicada a Lean Wearth, un amigo judío de Saint-Exúpery que se encontraba en un campo de concentración.

La primera vez lo leí en un día y disfruté uno a uno todos sus capítulos. Han pasado muchos años desde entonces y aún conservo intacto el hábito de obsequiarlo a grandes y pequeños con la idea de mantener viva mi parte aniñada y permitirme así, huir de los consejos “sensatos” propios de la adultez.

Leer El Principito a cualquier edad es volver a tener ocho o diez años y volver a quedarse perpleja con la triste historia de amor entre un niño y una flor. Y comprender que, a medida que uno está más y más lejos de los ocho o diez años, poder volver atrás es un lujo al que es muy difícil resistirse.

Para Saint-Exúpery El Principito representa su amigo LW, un amigo que conoce en una circunstancia inesperada, para ser más específico, en un aprieto. Ese amigo le enseñó muchas cosas, compartieron una filosofía, y llegó a ser alguien muy importante en su vida.

Para quienes no lo han leído, he aquí su sinopsis y si se quedan con ganas de mas… ya saben donde encontrarlo. Que lo disfruten…

El principito vive en el pequeño planeta asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.
El principito abandona el planeta un día para conocer el resto del universo y visita otros planetas, cada uno de los cuales se encuentra habitado por un adulto que, a su manera, demuestra lo estúpidos que la mayoría de las personas se vuelven al hacerse "grandes":
  • El rey, quien cree gobernar las estrellas porque les ordena hacer cosas que obviamente aún harían de cualquier manera. Representa la ambición política.

  • El vanidoso, quien desea que todos lo reconozcan como un hombre digno de admirarse. Representa la vanidad y el egoísmo del hombre.

  • El borracho, que bebe para olvidar que se avergüenza de beber. Representa la falta de fuerza de voluntad humana.

  • El hombre de negocios, quien se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer. Planea utilizarlas para comprar más estrellas. Representa la avaricia y la ambición económica.

  • El farolero, que vive en un asteroide que rota una vez por minuto. Hace mucho tiempo le fue encargada la tarea de encender el farol de noche y apagarlo de día. Por aquel entonces, el asteroide rotaba a una velocidad razonable y tenía tiempo para descansar. Con el tiempo, la rotación se aceleró y, negándose a abandonar su trabajo, el farolero enciende y apaga el farol una vez por minuto, no pudiendo descansar nunca. Representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.

  • El geógrafo, que pasa todo su tiempo dibujando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Representa la pasión laboral.


Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.
Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo. Más tarde conoce y hace amistad con un zorro, que le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:


Lo esencial es invisible a los ojos


Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.
En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

No hay comentarios: