
Silba el viento dentro de mí.
Estoy desnuda. Dueña de nada, dueña de nadie, ni siquiera dueña de mis certezas,
Estoy desnuda. Dueña de nada, dueña de nadie, ni siquiera dueña de mis certezas,
soy mi cara en el viento, a contraviento, y soy el viento que golpea mi cara.
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