
Este último tiempo esta mujer, aquella muchacha e incluso la niña, se reencuentran. Llegó el momento de limpiarse de tantas interpretaciones dañinas y de esquemas que limitan. Llegó la hora de permitir que salga mi verdadero ser.
Durante años, el miedo y el dolor del pasado se aliaron. El miedo llegó a detenerme pero gracias a él comencé a mirar en mi sin poder huir hacia el exterior.
Sí, mi vida está empezando a cambiar… aunque Mar diría que la gente no cambia, sino que evoluciona.
Es un proceso largo, lo sé. Un proceso que empezó aquel día de septiembre cuando sentí que debía parar mi vida porque corría demasiado deprisa.