lunes, 29 de diciembre de 2008

Bendita Locura




Ella no lo ha dudado, ha cogido aire y se ha atrevido:

- Pero, ¿de que tipo de cordura estamos hablando? ¿Es acaso aquella que te educó para silenciar preguntas y no aspirar a las estrellas?

- …

- Bueno pues venga, vamos a hacerlo y punto.

Pero ahora el punto se ha multiplicado en suspensivos, e incluso puede transformarse en interrogantes o exclamativos.

Y tenía razón, debía complicarme la vida, pero habia que recorrer un camino, de puntos, sobretodo interrogativos…







6 comentarios:

gloria dijo...

Aún hay tiempo... no hay por qué tener miedo a las preguntas sin respuesta.

Un abrazo

Alejandro Marcos Ortega dijo...

muchas preguntas de hecho están mejor sin repsonder.

Laura dijo...

Seguramente... pero ella se refería a esas preguntas constructivas, a esas que por miedo no planteamos, a esas que, aunque dolorosas, disipan la niebla densa y pegajosa...

Miedos que paralizan.

Gracias a los dos por dejar vuestras plumas, besos!!

jorge dijo...

Siempre querre aspirar a las estrellas.

¡¡Venga vamos a hacerlo!!

Solo hacen las preguntas fundamentales las personas que se atreven a desafiar lo que les pueden contestar.

Esas personas me gustan.

Deberes para el nuevo año: Preguntar todo lo necesario.

Laura dijo...

Hacia allí vamos Querido Jorge...

Mi caracter, buscador, cambiante, a veces raro, muchas veces no encuentra la respuesta esperada pero me niego rotundamente a que mis noches sean desiertos.

Un abrazo inmenso pero sobretodo, cálido para este invierno.

Verbo... dijo...

La vida
es un constante signo de
interrogación interesante
por contestar.

Besos

M.