Ella no lo ha dudado, ha cogido aire y se ha atrevido:
- Pero, ¿de que tipo de cordura estamos hablando? ¿Es acaso aquella que te educó para silenciar preguntas y no aspirar a las estrellas?
- …
- Bueno pues venga, vamos a hacerlo y punto.
Pero ahora el punto se ha multiplicado en suspensivos, e incluso puede transformarse en interrogantes o exclamativos.
Y tenía razón, debía complicarme la vida, pero habia que recorrer un camino, de puntos, sobretodo interrogativos…
- Pero, ¿de que tipo de cordura estamos hablando? ¿Es acaso aquella que te educó para silenciar preguntas y no aspirar a las estrellas?
- …
- Bueno pues venga, vamos a hacerlo y punto.
Pero ahora el punto se ha multiplicado en suspensivos, e incluso puede transformarse en interrogantes o exclamativos.
Y tenía razón, debía complicarme la vida, pero habia que recorrer un camino, de puntos, sobretodo interrogativos…
6 comentarios:
Aún hay tiempo... no hay por qué tener miedo a las preguntas sin respuesta.
Un abrazo
muchas preguntas de hecho están mejor sin repsonder.
Seguramente... pero ella se refería a esas preguntas constructivas, a esas que por miedo no planteamos, a esas que, aunque dolorosas, disipan la niebla densa y pegajosa...
Miedos que paralizan.
Gracias a los dos por dejar vuestras plumas, besos!!
Siempre querre aspirar a las estrellas.
¡¡Venga vamos a hacerlo!!
Solo hacen las preguntas fundamentales las personas que se atreven a desafiar lo que les pueden contestar.
Esas personas me gustan.
Deberes para el nuevo año: Preguntar todo lo necesario.
Hacia allí vamos Querido Jorge...
Mi caracter, buscador, cambiante, a veces raro, muchas veces no encuentra la respuesta esperada pero me niego rotundamente a que mis noches sean desiertos.
Un abrazo inmenso pero sobretodo, cálido para este invierno.
La vida
es un constante signo de
interrogación interesante
por contestar.
Besos
M.
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